El irredentismo yugoslavo se refiere a un irredentismo que promueve una Yugoslavia que une todos los territorios poblados por eslavos meridionales dentro de ella, que comprende sus territorios históricamente unidos de Bosnia y Herzegovina, Croacia, Macedonia del Norte, Montenegro, Serbia y Eslovenia, incluido el territorio en disputa de Kosovo; incluiría también territorios reclamados por los yugoslavos que no habían sido incorporados dentro del estado de Yugoslavia, entre ellos Bulgaria, Tracia Occidental y la Macedonia griega, y en algunas propuestas otros territorios más. El gobierno del Reino de Yugoslavia buscó la unión con Bulgaria o su incorporación a Yugoslavia.[1] La República Federativa Socialista de Yugoslavia bajo el gobierno de Josip Broz Tito buscó crear una Yugoslavia integral que incorporase dentro de las fronteras de Yugoslavia: la Macedonia griega y Tracia, Albania, Bulgaria, al menos una parte de la Carintia austríaca o toda ella, y en noviembre de 1943 había reclamado toda la región italiana de Friuli-Venecia Julia.[2]